Sabemos que los primeros días son una montaña rusa de emociones (y de pañales sucios ), pero ¡no panda el cúnico! Estamos aquí para daros una mano. En esta guía, vamos a ver los cuidados básicos del recién nacido, desde el sueño hasta el baño, con consejos sencillos y soluciones a los problemas más comunes. ¡Vamos al lío!
El sueño del bebé: ¡a dormir la mona!
Los peques duermen un montón, ¡entre 16 y 17 horas al día! Pero no te emociones, ¡no todo seguido! Lo importante es crear un ambiente tranquilo y seguro para que descansen a gusto.
Truquitos:
Acuesta al bebé boca arriba, ¡es lo más seguro para evitar sustos!
Usa un colchón firme y una cuna que cumpla las normas. ¡La seguridad es lo primero!
Que la habitación esté a una temperatura agradable, ¡ni frío ni calor!
Prueba a envolver al bebé en una mantita suave. ¡Les encanta sentirse arropados!
Problemillas y soluciones:
Bebé que no duerme: Mécelo, cántale una nana o dale un bañito calentito. ¡Relajación total!
Bebé que se despierta mucho: Mira si tiene hambre, frío o calor. ¡O igual solo quiere un abrazo!
Bebé que solo duerme en brazos: Intenta acunarlo en la cuna cuando esté medio dormido. ¡Poco a poco se acostumbrará!
El cambio de pañales: ¡aquí huele a bebé!
Cambiar pañales parece un rollo, pero con práctica se hace en un periquete. ¡Y no te olvides de tener todo a mano! Pañales limpios, toallitas, cremita para el culito y una bolsa para los sucios.
Truquitos:
Limpia bien el culito del bebé con las toallitas. ¡Con suavidad, eh!
Echa cremita para evitar irritaciones. ¡Más vale prevenir!
Dobla la parte delantera del pañal hacia abajo para evitar que roce con el ombligo.
Problemillas y soluciones:
Dermatitis del pañal: Crema específica y ¡a cambiar el pañal más a menudo!
Fugas: Asegúrate de que el pañal esté bien puesto y que la talla sea la correcta. ¡Que no haya escapes!
Cordón umbilical: Límpialo con cuidado con una gasa y agua tibia. ¡Mantenlo seco y limpio!
El baño del bebé: ¡a chapotear!
Bañar al bebé es un momento genial para conectar y disfrutar juntos. No hace falta bañarlo todos los días, con 2 o 3 veces por semana es suficiente.
Truquitos:
Prepara todo antes: bañera, agua tibia (¡comprueba con el codo!), jabón neutro, esponja suave y toalla. ¡Que no te falte de nada!
Sujeta bien al bebé para que no se resbale. ¡Mucho cuidado!
Lava las zonas delicadas con suavidad y sécalo con toques suaves. ¡Nada de frotar!
Problemillas y soluciones:
Bebé que llora al bañarse: Asegúrate de que el agua esté a buena temperatura. ¡Ni muy fría ni muy caliente!
Bebé resbaladizo: Usa una alfombrilla antideslizante en la bañera. ¡Más seguro!
Ojos irritados: Límpialos con una gasa y agua tibia, del interior al exterior.
El cuidado del ombligo: ¡pequeño gran detalle!
El cordón umbilical se caerá en unos días o semanas, pero hay que cuidarlo para evitar infecciones.
Truquitos:
Límpialo con cuidado con una gasa y agua tibia, del interior al exterior.
Mantenlo seco y limpio. ¡Nada de taparlo con el pañal!
No te preocupes si sangra un poquito. ¡Es normal!
Problemillas y soluciones:
Ombligo inflamado o con mal olor: Consulta al pediatra. ¡Podría ser una infección!
¡Y recuerda! Cada bebé es un mundo, así que lo más importante es seguir tu instinto y disfrutar de esta etapa tan bonita. ¡Ánimo, papás y mamás! ¡Lo estáis haciendo genial!
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